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El proyecto que se propone para CEIP Montserrat Vayreda de Roses busca el desempeño funcional y programático restante sensible en su incorporación al contexto urbano donde se sitúa, un medio geográfico de excepcional belleza. Los campos de olivos, así como la cordillera próxima, no serán ajenas a la configuración final de la edificación. Tampoco lo será el viento dominante, la tramontana, el único aspecto incómodo de su magnífico entorno natural.

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Atendiendo a todas estas variables, la edificación se extiende sobre el solar, acercándose a los bordes para abrazar un amplio espacio libre interior a la parcela, a receso de los vientos y con la calma garantizada por la propia envolvente construida. El desarrollo en una única planta surge pues, como respuesta a estos objetivos de protección que aun así no descuida la relación con la intensa escena natural que la geografía ofrece.

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Así pues, la propuesta de proyecto quiere ser un lugar confortable, seguro, flexible, eficaz y solvente donde la propia arquitectura, en su capacidad para articular espacios, generar oportunidades y acoger situaciones inesperadas de relación, se sepa sumar a la tarea educativa y de formación de la persona que todo centro docente tiene. Una propuesta que apuesta por una arquitectura respetuosa con el entorno, atenta a las personas y muy técnica, que permita al azar existir y manifestarse.