​Con Pablo Reynoso + Guillermo Posik

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El proyecto se arma sobre dos decisiones prioritarias. Por un lado, se ubica toda la edificación permitida adosada al edificio lindero –con lo que desaparece de la vista la medianera vecina ya construida– y se libera la esquina del propio terreno, consiguiendo así una mayor generosidad de espacio en el cruce de calles. Por otro lado, la segunda la segunda decisión es mantener la fachada original existente, completándola en toda su alineación, de modo que se cumpla la obligatoriedad de definición de la línea de fachada que marca el código de planeamiento y se haga posible la decisión primera de adosarse a medianera. Esta segunda decisión permite mantener la memoria del lugar y la institución a la vez que permite generar un magnífico patio de acceso, muy vinculado a la calle, hacia las nuevas instalaciones.

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En la plata, la progresiva y lenta sustitución edilicia genera, debido a su singular sistema de parcelación original, un paisaje urbano plagado de pequeñas edificaciones que van alternando las escasas plantas de las originales con la importante altura de las que las sustituyen. La imposición de un fondo restrictivo hace que la esponjosidad que está en el origen del urbanismo de la ciudad se mantenga a pesar de su progresiva densificación. En base a ello, en atención a su condición de esquina y en el ánimo de preservar retazos de la memoria de la ciudad, se plantea este proyecto.