2018-2022 HOTEL PÓRTICO ALICANTE, ALICANTE.
El hotel ocupa una manzana completa del centro de la ciudad, en un emplazamiento privilegiado: forma parte de la Plaza del Ayuntamiento y linda con el Edificio Consistorial. La edificación es el resultado de unir dos edificios históricos con fachadas a la calle Altamira y a la calle Mayor respectivamente, con la peculiaridad de que ambas calles se comunican a través de dos pasajes laterales. El resultado, es así una edificación de manzana completa con cuatro fachadas.
El proyecto y la obra fueron muy cuidadosos y rigurosos en el tratamiento con el que rescatar estas edificaciones abandonadas, restaurando todos los elementos de valor y aportando una imagen urbana de alta calidad. El edificio junto al ayuntamiento no tiene protección, no así el edificio de la calle de atrás, calle Mayor, que sí la tiene por estar formado por una fachada a tres calles de sillería de gran valor técnico y compositivo. No obstante, el proyecto apuesta por la conservación de ambos para mantener el conjunto histórico edificado.
En la primera edificación, por su condición de no protegida, podremos realizar modificaciones como el cambio de ubicación del portalón de acceso y eliminación de elementos ornamentales añadidos en todos los balcones. Se le devuelve así mayor simplicidad y elegancia a la fachada. En el edificio de Calle Mayor, los trabajos consisten en la rigurosa recuperación y restauración de las fachadas. Solo en los bajos, dañados y desaparecidos en gran medida, se interviene con técnicas de restauración arqueológica, con paños planos allí donde ha desaparecido la piedra labrada original.






















En el interior, la dificultad de transitar por plantas en dos edificios con desniveles diferentes entre todas ellas, ha condicionado la posición de ascensor y escaleras. El resto ha sido desarrollar toda una serie de cincuenta habitaciones siempre necesariamente distintas que, sorteando la presencia de muros y machones históricos mantenidos, tengan, sin embargo, gran calidad ambiental y espacial. En la cuarta planta, muchas son ganadas bajo cubierta.
Las zonas de circulación por plantas, se resuelven con trazadas curvas que eliminan ángulos y rincones. Se revisten con paños de madera que amabilizan recorridos e integran puertas y paramentos en total continuidad. Moquetas y techos absorbentes garantizan el silencio necesario. Donde la piedra tiene calidad (sillería de gran formato) se preserva vista, donde no la tiene (sillarejos, verdugadas de ladrillo, o mampostería), se rejunta y pinta en blanco. Sólo en la escalera permanece en su textura y color natural para preservar la presencia de la huella de hasta tres bóvedas diferentes en el tiempo.
El resto de áreas comunes: lobby y restaurante en planta baja; sala de huéspedes en entreplanta; y café bar en el ático, se tratan con respeto por los paramentos originales y terminaciones nuevas en materiales y formas que acogen sin reclamar presencia. Tanto esto como el mobiliario seleccionado hacen todas estas estancias gratas, neutras y tranquilas. Algo prioritario en un hotel pensado para una hospitalidad acogedora y el descanso.




























La conservación de ambos inmuebles medianeros hace muy difíciles las tareas de distribución interior y solución estructural. En el inmueble de más antigüedad (calle Mayor) es obligatorio el mantenimiento de su fachada; en el de calle Altamira, junto al ayuntamiento, se conserva por voluntad de hacerlo.
Ello lleva a realizar una operación contraria al habitual vaciado, al aprovechar toda la capacidad portante de machones, pilastrones, muros y fachadas que ambos edificios tienen. Así, la distribución interior se adapta a ello y logra transferir todas las cargas a los mismos lugares por donde siempre bajaron. La construcción con sistemas actuales de materiales más ligeros, especialmente en tabiquerías, falsos techos, forjados y pavimentos, asegura que aquellos elementos descansen de su condición anterior y mantengan, mejorada, la estabilidad que ya tenían.
Por razones de comportamiento del conjunto a esfuerzos horizontales y resistencia al fuego, todos los pilastrones y jácenas se refuerzan con estructuras metálicas envolventes. Solo los elementos de mayor calidad, que quedan vistos y exentos, quedan en su estado original, sin revestimiento ni refuerzo alguno.




































Fotografía: Agustín David Forner, Estudio JGS.