Arquitectos: Javier García-Solera + Durán & Hermida.

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Se trata de una gran intervención para conformar un campus completo con todas sus dependencias administrativas, docentes, recreativas y residenciales. Todo ello, colonizando un territorio cruzado por tres barrancos con agua, plagado de densa vegetación y con presencia de extraordinarios ejemplares de árboles de gran porte en un clima con lluvias persistentes.

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El proyecto asume como condición principal salvar ese paisaje extraordinario con una serie de edificaciones capaces de instalarse allí donde alteren al mínimo la topografía. Una gran porchada de 16mts de anchura recorre el paraje en horizontal, permitiendo el enganche a ella de los distintos edificios y albergando en sí los usos complementarios.

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El edificio VCS, el primero en acometerse de lo que será un campus completo, incorpora en él todo lo que se desarrolla en el proyecto general. Aquí se construye una pequeña edificación que se resuelve en identidad formal, funcional estructural, constructiva y material con la solución siempre repetida para todas las partes edificadas del gran conjunto.

 

Se replica el sistema general de ordenación mediante la calle integradora, las edificaciones modulares y versátiles integradas en ella y la pieza transversal, elevada, que señala la presencia en el paisaje.

 

Alberga los usos compartidos con la sociedad ajena a la comunidad universitaria. Esta condición la comparte con las instalaciones deportivas. Razón por la cual, al igual que aquellas, se ubica muy próxima a la carretera por la que se produce el tráfico regional y la llegada al campus.