Arquitectos: Javier García-Solera + Lola Alonso.

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Rodeado de viviendas unifamiliares, en una privilegiada zona residencial, el Instituto Bernabeu trata de encajar su excesivo tamaño a la escala delicada del barrio. La disolución de sus formas, la sección y encuentro con el terreno, las transparencias, la continuidad de espacios, la limpieza y ligereza de todo su tratamiento, serán las estrategias seguidas para intentar conseguirlo. La extrema claridad de su resolución material busca lograr una ambiente relajado y grato apropiado al uso a que se destina.

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Casi veinte años después, en una parcela idéntica y contigua, hubo que ampliar esta edificación con una nueva de superficie equivalente. Las soluciones dadas en la primera actuación, al volumen, el aprovechamiento y la materialidad, que se habían confirmado como pertinentes y adecuadas con el paso del tiempo, dieron las pautas claras para la nueva edificación. La cafetería, abierta al público, se sitúa desmembrada del resto, articulando así el conjunto final y preservando intimidad mientras se favorece desde ella el disfrute del jardín y las vistas a la montaña.